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La moxibustión, para la inversión del feto en posición podálica
¿Qué problema soluciona?

Hay que señalar que en el caso de presentación podálica del feto, si no se recurre al parto por cesárea, se presenta una morbilidad perinatal 12 veces mayor, y una mortalidad perinatal 3 veces más alta con respecto a la presentación normal.

En un estudio multicéntrico, realizado recientemente en 26 países sobre una muestra de 1083 mujeres, la mortalidad perinatal y neonatal, y la morbilidad neonatal grave eran significativamente menores en el grupo para el cual se había recurrido al parto por cesárea, con respecto al grupo para el cual se había recurrrido al parto por vía vaginal (Hannah, M, y col,2000). Desde los años 70 en adelante, tanto en europa como en América, los partos podálicos por vía vaginal han ido disminuyendo, siendo sustituídos por partos por vía abdominal. En algunos países la sustitución alcanza el 90 - 100%. En Toscana (Italia), en 1999, sobre 1058 presentaciones podálicas, fueron realizados 66 partos vaginales (6,2%), 987 partos por cesárea (93,2%) y un parto con ventosa (en 4 casos no fue señalada la modalidad del parto).

No todos los autores están de acuerdo con el uso generalizado del parto por cesárea en los casos de presentación podálica, porque sostienen que esta técnica no ha mejorado la prógnosis neonatal y haya incrementado el riesgo de complicaciones para la madre.

La presentación podálica tiene una incidencia que varía con el periódo del embarazo. Es más frecuente en las fases precoces (20%-25% en la semana 28, 12% en las semana 31- 32, 7% en la 35), mientras que al término de la gestación se reduce hasta el 3 - 4% (Curiel P. 1996).




Las causas de la presentación podálica a término se conocen sólo en el 15% de los casos y son adjudicadas a anomalías uterinas, pélvicas, fetales, reducción del líquido amniótico o presencia de fibromas (Curiel P. 1996; Hughey MJ.1985).

Westgren y otros autores, en 1985, efectuaron una investigación prospéctica en la cual fue evaluada ecográficamente la posición fetal en la semana 32 de 4.600 embarazos. En casi 310 casos el feto estaba en posición podálica. Estos últimos embarazos fueron seguidos con ecografías, cada semana hasta el nacimiento, para evaluar la evolución del giro espontáneo del feto. El posicionamiento espontáneo del feto se daba aproximadamente en el 46% de las primerizas, en el 32% de las que habían tenido varios embarazos con un precedente parto podálico y en el 78% de aquellas que con embarazos precedentes no habían presentado ningún parto podálico.

Como alternativa al parto por cesárea, se recomienda por lo general la inversión por maniobra externa (IME o ECV). Esta técnica enfrenta porcentajes de éxito variables según los autores y los casos. Los datos positivos reportados en la literatura varían del 41% (74 casos tomados en consideración) al 97% (30 casos) confirmándose, de todas maneras, aproximádamente sobre el 60% - 70% en los trabajos con un mayor número de casos.




La inversión por maniobra externa debe ser en general practicada no antes de la semana 36 - 37 de gestación, con algunas contraindicaciones como embarazo múltiple, placenta previa, sangrado uterino, malformaciones fetales, la ruptura del saco amniótico, un trazo cardiotocográfico anómalo, la diabetes y la hipertensión materna, la oligohidramniosis, una isterectomía precedente, un retraso en el crecimiento. Influencian los éxitos la edad gestacional, la paridad, la cantidad de líquido amniótico, la localización de la placenta (mejores resultados en la posición fúndica o lateral), el grado de compromiso del pódico, el peso fetal, el tipo de presentación, la posición del dorso fetal, el tejido adiposo abdominal materno.

Sobre la utilización de la inversión por maniobra externa algunos autores mantienen todavía reservas por las eventuales complicaciones que podrían surgir como el desprendimiento de la placenta, la ruptura prematura de las membranas, nudos en el cordón umbilical, sangrado uterino, la reducción de la frecuencia del latido cardíaco fetal. Este último evento no es considerado una complicación por algunos autores, siempre que sea transitorio, sino una respuesta a la momentánea reducción del flujo utero-placentario. La posibilidad de que puedan surgir complicaciones, independientemente de su frecuencia, hace que la inversión por maniobra externa deba ser practicada en un ambiente hospitalario adecuado para adelantar un parto por cesárea de urgencia.

Los costos económicos de un parto por vía abdominal son altos, en comparación con un parto por vía vaginal. Mientras que, de hecho, la dada de alta por un parto fisiológico sucede generalmente en el segundo/tercer día, en los partos por cesárea con complicaciones la hospitalización puede durar hasta 15 días. Hay que considerar también los costos sociales de un evento generalmente traumático para la gestante y para su familia, y los problemas de organización que impone una hospitalización más larga. En los países que no disponen de buenas condiciones hospitalarias, adicionalmente, las parturientas son expuestas al riesgo de contraer otras enfermedades, en particular infecciones post-operatorias.

Por estas razones resulta extremamente importante encontrar soluciones facilmente practicables y sostenibles, en grado de prevenir la necesidad de cesáreas en los casos de presentación podálica del feto.

Una posibilidad en este sentido es recurrir a la acupuntura, y de modo particular, a la moxibustión.

En un estudio clínico controlado, aleatorio y abierto, realizado en China (Cardini y col.1998), fue evaluada la eficacia de la moxibustión con respecto a un grupo de control no tratado, en 260 mujeres que presentaban fetos en posición podálica en la semana 33. En la semana 35 el porcentaje de éxito era del 75% en el grupo tratado, mientras que en el grupo de control estaban en vértice el 48% de los fetos. A pesar de que 24 mujeres del grupo de control y una del grupo en tratamiento fueron sometidas a la ECV, en el momento del nacimiento el 75% de los tratados eran cefálicos y el 62% de los fetos del grupo de control. La diferencia entre los dos grupos de control era estadísticamente significativa.

Actualmente se están llevando a cabo estudios clínicos aleatorios dirigidos en occidente, que evidencian resultados parcialmente comparables a aquellos obtenidos en China, con porcentajes de eficacia significativamente mayores respecto al grupo de control, aunque con un grado de eficacia menor con respecto a áquel obtenido por los estudios realizados sobre la población china. La diferencia se debe, con toda seguridad, al contexto cultural diferente que permite en Oriente un acercamiento distinto y una mayor aceptación de este tipo de terapia.