Ideassonline.org

Vacas lecheras en pastoreo, un modelo de agricultura sostenible
Qué problema soluciona

De los productos de origen animal y vegetal que el hombre utiliza para su alimentación, la leche es el más importante y natural, capaz de, por sí solo, ofrecer todos los nutrientes necesarios para su desarrollo.

Como sustituto a la leche materna el hombre utiliza la leche de varios mamíferos como por ejemplo equinos, burros, cabras y camellos. Aún así, de todos los tipos de leche, la de bovino es la de mayor producción y consumo, ya sea por sus características organolépticas – que la hace muy semejante a la leche humana – ya sea por la facilidad y bajo costo de producción.

El hecho de producir leche de bovino es de suma importancia para el hombre, lo que se debe a que la técnica y la metodología de producción suele estar en el centro de varios intereses.

Podemos decir de manera resumida que la metodología de producción de leche se divide en tres categorías:

• Manejo intensivo
• Manejo semi-intensivo
• Manejo extensivo

En los países occidentales, muchos de los cuales con un clima templado particularmente favorable para la producción lacto-quesera, la metodología más utilizada es el manejo intensivo. Este modelo es por un lado inverso a la carencia de leche, y por otro lado llevó al surgimiento de problemas hasta entonces inexistentes.




El manejo intensivo
El manejo intensivo, típico de las áreas planas de los países industrializados, se caracteriza esencialmente por:

• Estabulación de los animales y ordeño mecánico en salas;
• Infra estructuras para almacenamiento de alimentos de origen vegetal (producidas apenas en algunas épocas del año), conservados y después distribuidos durante el resto del año;
• Utilización masiva de harina de cereales de semillas oleaginosas y de subproductos de la industria, acompañados por productos tapón (bicarbonato de sodio) como forma de evitar fermentaciones anormales en el rumiar.

Con la aplicación de esta nueva tecnología, la vaca lechera responde con un aumento marcado de la producción de leche, pasando de una producción tradicionalmente situada entre los 5-15 litros a una de 30-40 litros por día.

Este modelo, que requiere de una gran disponibilidad e inversión de capital por parte del productor, unida a la necesidad de un conocimiento técnico cada vez mayor, permitió llegar a un nivel de producción excedentario que llevó a la Unión Europea a implementar un régimen de cuotas.

Los aspectos negativos intrínsecos a este sistema son esencialmente:

• Elevada disminución del número de productores y aumento relativo del número de cabezas de ganado para explotación;
• Reducción de la vida media productiva de la vaca, que disminuyó el número medio de partos de 5-6 a 2-3;
• Contaminación ambiental provocada por la producción intensiva de forrajes necesarios para la alimentación bovina y por la dificultad en la recolección y tratamiento de las vertientes;
• Pérdida de las características organolépticas de la leche y de sus derivados, así como una creciente intolerancia alimenticia.

Podemos interpretar este problema además de otra forma: un sistema productivo intensivo para ser aplicado necesita modificar el ambiente agrícola circundante. Para lograrlo utiliza una gran movilización de recursos, como son la intensificación mecánica, fertilización, irrigación, almacenamiento de alimentos y recolección y tratamiento de vertientes.

Este es un sistema consumidor de energía que pierde funcionalidad cuando aumenta el costo de input energético, en comparación con el output productivo, tal como sucedió recientemente con el aumento del precio medio del petróleo del cual la agricultura intensiva depende en muchos aspectos.

El manejo extensivo
El manejo extensivo es típico de los países productores de carne, donde los rebaños pastorean en grandes superficies y los animales son agrupados únicamente en el momento de llevarlos al matadero.

El manejo semi-intensivo
Las Azores se caracterizan por la aplicación de un modelo semi-intensivo en el que existen algunas características específicas: las vacas lecheras pastan todo el año, son pocas las estructuras para la estabulación y para el almacenamiento de alimentos, una vez que la base de alimentación es el pasto natural, complementada por forrajes conservados y por concentrado, siendo este último utilizado por necesidades energéticas debidas a las oscilaciones climática, ó simplemente por voluntad del productor.


Este modelo de manejo de vacas lecheras se desarrolla aprovechando las características ambientales de las Azores. El archipiélago de las Azores se sitúa en el centro norte del Océano Atlántico aproximadamente a 1500 Km. de la costa de Portugal continental. Constituido por nueve islas de origen volcánico, se caracteriza por un clima templado húmedo, una temperatura promedio anual de 16,9º con una pluviosidad media anual del 80%. El archipiélago. con un área de 2.332 km2, representa el 2,5% del área total de Portugal, más con cerca de 93.831 vacas lecheras criadas en 4.672 explotaciones con una dimensión media de 8,8 he, de carácter familiar prevaleciente, contribuye con cerca el 30% de la producción lechera nacional.

El sector agrícola, más que los sectores de servicios, de pesca y de turismo, han evidenciado un desarrollo en los últimos años debido, en gran parte, a los cuidados ambientales y de conservación existentes en la Región.

La agricultura, principalmente cultura bovino lechera, ha sido el vector principal de desarrollo socio-económico de las Azores. Prueba de esta afirmación es el número significativo de jóvenes que en los últimos años iniciaron su actividad como productores agrícolas.