• Argentina
Las fábricas recuperadas por los trabajadores
¿Que problema soluciona?
El proceso de recuperación de las fábricas por parte de los trabajadores organizados en cooperativas, representa una respuesta adecuada a las situaciones de crisis, como la que ocurrió en Argentina, que afectan a diferentes países y que generan el cierre de los establecimientos productivos. También los fenómenos de deslocalización de la producción, que caracterizan la economía globalizada, generan a menudo situaciones de abandono de las fábricas por parte de los dueños. En todos estos casos los obreros se encuentran sin trabajo y dependientes de las escasas medidas de protección social, y la sociedad en general pierde un patrimonio considerable representado por la alta capacidad técnica y laboral de los trabajadores, además del valor de las instalaciones y maquinarias abandonadas.
Sin embargo, el proceso implementado en Argentina representa también un enfoque económico innovador de valor más general. En las fábricas recuperadas por las Cooperativas de Trabajo no existe el costo empresarial, los altos sueldos gerenciales, las utilidades de la empresa desaparecen y los obreros cumplen “la utopía del empresario”, es decir que los trabajadores cuidan su fábrica como si fuera de ellos.
En unas de las fábricas cerradas de Argentina los obreros, después de organizar huelgas para reclamar sus salarios adeudados y demás beneficios sociales, se organizaron en Cooperativas de Trabajo. Estas Cooperativas, tomando en cuenta las experiencias tradicionales del país, adoptaron modalidades apropiadas para que funcionaran y permanecieran en el tiempo. En particular decidieron que:
- Todos los socios cobraran el mismo salario (que con el tiempo se ha transformado en participación en las ganancias). Este aspecto cumple con los tres objetivos importantes de unidad, solidaridad y armonía.
- Las cooperativas no aceptaran gerenciamientos externos. El gerenciamiento es realizado por los trabajadores.
- Todas las decisiones se realizaran por asamblea. En una democracia casi directa, los obreros toman sus decisiones en asambleas amplias y participativas. El Consejo de Administración se somete a la asamblea y representa el órgano ejecutor de sus decisiones. Este aspecto es importante para que no se genere una nueva patronal, donde el Consejo de Administración se aparta de la masa societaria y toma decisiones alejado de la realidad.
- Las cooperativas no estuvieran condicionadas por el capital. En muchos casos a las cooperativas se propone que entreguen la comercialización de los productos a cambio de aportes de capital, pero esta solución siempre se rechazó como inaceptable.
- Las cooperativas no adquirieran créditos ni empréstitos de ninguna categoría. En muchas Cooperativas, aun que los socios se encuentran endeudados y con posibilidades de perder sus casas, siguen aportando su fuerza laboral. Aun que esta decisión implique al inicio mucho esfuerzo, al poco tiempo da los frutos.
Al mismo tiempo, el MNFRT creó el fondo solidario de las fábricas recuperadas. Este fondo prevé que las Cooperativas mejor consolidadas aporten del salario de sus trabajadores para las otras que van surgiendo, haciéndoles una función de garantía para que puedan pagar servicios y aprovechar recursos disponibles comunes, como proveedores.
En el proceso de recuperación de las fábricas, los trabajadores se hacen responsables de cubrir los servicios, los impuestos y mantener la producción en marcha. Aun asumiendo un riesgo enorme, los obreros se dieron cuenta que en toda su vida laboral como trabajadores en relación de dependencia, habían corrido este riesgo, que siempre estaba contemplado en todas sus horas de trabajo. La diferencia es que ahora las ganancias son repartidas en partes iguales entre todos los asociados de la cooperativa, una vez proyectados los gastos para compra de materia prima e insumos, servicios y otros rubros necesarios.
A través de esta experiencia ha sido posible romper unos paradigmas tradicionales:
- que los trabajadores no pueden administrar una empresa. Las 300 fábricas en plena producción son una respuesta contundente de que es posible.
- Que los trabajadores no son competitivos. Las 300 fábricas recuperadas demuestran que es posible mantener y hasta mejorar la calidad de la producción y lograr mejores precios en el mercado, además de reducir los costos eliminando el costo empresarial.
- Que sin capital proprio es imposible iniciar el ciclo económico. Las cooperativas obreras han demostrado que hasta sin disponer de un capital inicial es posibles recuperar las fabricas logrando el contrato de alquiler, contando con su organización, la capacidad y experiencia adquirida en muchos años de trabajo.
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•La recuperación de las fabricas en la práctica